El osito que quería volar

El osito que quería volar
Había una vez un osito muy pequeño llamado Bruno. A Bruno le encantaba mirar hacia arriba y ver a los pájaros volar entre las nubes. Soñaba con sentir el viento en su pelaje y deslizarse por el cielo como ellos.
Un día, Bruno decidió que él también podía volar. Se subió a la rama más alta de un árbol y se lanzó al vacío. Por supuesto, cayó al suelo con un gran "¡buf!". Su mamá oso se rió y le dijo: "Querido Bruno, los osos no pueden volar. Somos buenos para abrazar y comer miel".
Bruno se sintió un poco triste, pero su mamá lo abrazó fuerte y le dijo: "Aunque no puedas volar, puedes hacer muchas otras cosas divertidas. ¿Qué te parece si vamos a buscar bayas o a jugar en el río?".
Bruno sonrió. Tenía razón. Ser oso era genial. Y aunque no pudiera volar, podía disfrutar de muchas otras aventuras. Y así, Bruno aprendió que está bien ser diferente y que cada uno tiene sus propias habilidades especiales.

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